Friday, October 27, 2006

EL RETORNO MENCIONADO POR LOS PROFETAS

Pregunta: "¿Podría explicar el problema del retorno?"
Respuesta: "En el [Libro de la Certeza] Bahá'u'lláh ha explicado esta materia de forma clara y completa. Léelo para que la verdad del asunto te sea esclarecida. Con todo, ya que has preguntado, te lo explicaré brevemente.
Comenzaremos a dilucidarlo a partir del evangelio, pues en él se dice claramente que cuando Juan [el Bautista], el hijo de Zacarías, apareció e impartió a los hombres las buenas nuevas del Reino de Dios, ellos le preguntaron: "¿Tú, quién eres? ¿Eres tú Elías?" y Él dijo: "No soy Elías."
Estas palabras prueban y demuestran que Juan [el Bautista], el hijo de Zacarías, no era el prometido Elías. Sin embargo, el día de la transfiguración sobre el Monte Tabor, Cristo aseguró claramente que Juan, el hijo de Zacarías, era el prometido Elías. [Nota: El nombre Elías es la forma griega de el nombre Hebreo Elijah]
El capítulo 9, versículos 11 a 13 del evangelio de Marcos, reza: "Y preguntaron diciendo: ¿Por qué dicen los escribas que es necesario que Elías venga primero?
Él les respondió: "Elías en verdad vendrá primero, y restaurará todas las cosas, como también está escrito del Hijo del Hombre, que habrá de padecer mucho y ser tenido en nada.
Pero os digo que Elías ya vino, y le hicieron todo lo que quisieron, como está escrito de Él". El capítulo 17, versículo 13, del evangelio de Mateo dice: "Entonces los discípulos comprendieron que les había hablado de Juan el Bautista."
Preguntaron a Juan el Bautista: "¿Eres tú Elías? Él contestó 'no, no soy Elías'", a pesar de que de Él se dice en el evangelio que era el prometido Elías. Cristo también lo expresó claramente. Luego, si Juan era Elías ¿por qué dijo "no soy Elías"? Y si no era Elías ¿por qué dijo Cristo que sí?
La explicación es como sigue: el texto no se refiere a la personalidad, sino a la realidad de las virtudes. Exactamente las mismas virtudes presentes en Elías existieron y se hicieron manifiestas en Juan el Bautista. Por consiguiente, Juan el Bautista fue el prometido Elías. En este sentido, no se alude a la esencia112, sino a las cualidades. Sucede aquí como cuando al contemplar una flor, allá donde creció otra el año anterior, afirmo que la flor del año pasado ha regresado. Ahora bien, no quiere ello decir que la misma flor, en su exacta individualidad, haya regresado. Quiere decir que, dado que la flor tiene las mismas cualidades que la del año pasado -su mismo aroma, suavidad, color y forma- me permito afirmar que la flor del año pasado ha regresado, y que esta flor es la flor de antes. Cuando llega la primavera, decimos que ha regresado la primavera del año anterior, fundándonos en que cuanto encontramos en la primavera del año anterior, vuelve a darse esta primavera. Por eso Cristo dijo: "Veréis todo lo que sucedió en los días de los Profetas del pasado."
Daremos otra aclaración. Se siembra la semilla del año pasado; ramas y hojas crecen, flores y frutos aparecen y vuelve a producirse la semilla. Cuando se siembra esta segunda semilla, de ella ha de nacer un árbol y, nuevamente, aquellas ramas, hojas, flores y frutos retornarán, y aquel árbol aparecerá en toda su perfección. Puesto que en el comienzo hay una semilla y al final queda una semilla, decimos que la semilla ha regresado. Si reparamos en la sustancia del árbol, se trata de otra sustancia; pero si reparamos en las flores, las hojas y los frutos, vemos que se manifiestan la misma fragancia, suavidad y gusto. Por tanto, la perfección del árbol ha regresado nuevamente.
Análogamente, si consideramos el retorno de la persona, es claro que se trata de otra persona. Pero si lo que consideramos son las cualidades y virtudes, éstas sí retornan. Por eso, cuando Cristo dice "éste es Elías" quiere decir en realidad: "Esta persona es una manifestación de la munificencia, perfecciones, carácter, cualidades y virtudes de Elías.
Juan el Bautista dijo: "No soy Elías". Cristo se refería a las cualidades, las perfecciones, el carácter y las virtudes de los dos, en tanto que Juan se refería a su propia sustancia y personalidad. Es como esta lámpara, que anoche estaba aquí, que esta noche también está encendida, y que mañana por la noche también brillará. Decimos entonces que la lámpara de esta noche, idéntica a la de ayer, ha regresado, aludiendo a la luz, y no al aceite, la mecha o el asa. Este tema está completa y claramente dilucidado en el [Libro de la Certeza]."

---De: Respuesta a Algunas Preguntas, Abdu'l-Baha, páginas 132-134
La Fe Bahá'í y las profecías www.bci.org/venezuela/prof.shtml
Lima 27 Octubre 2006.-Gerson Elias

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